Toni Botifoll e Inma Peñaranda

Las 3 fuerzas del compromiso

Es curioso cómo la auténtica fuerza de una persona se aprecia en la dimensión más sutil: la fragilidad.

A pesar de que se define a sí mismo como un “industrial de Manresa” apasionado de los deportes, Toni Botifoll es un titán. Una de esas personas de apariencia frágil. Un hombre lleno de fuerza. Un ejemplo de congruencia, consistencia y coherencia. Ése es uno de los motivos que me hizo conectar con él inmediatamente, y disfrutar profundamente de nuestra conversación.

Toni Botifoll

Sin hacer ningún tipo de análisis podría decirse que Toni es un titán por todas las pruebas que lleva a sus espaldas: maratones, triatlones, una Marathon de sables, ironmans, rallies… Pero no es eso lo que le hace realmente fuerte.

Es su calma, su humildad, su honestidad, su diálogo interior. Es que posee las tres fuerzas del compromiso que movilizan al ser humano a la acción:

La congruencia: cuando pensamos algo, y hacemos lo que pensamos.
La consistencia: cuando pensamos y sentimos en una misma línea.
La coherencia: cuando lo que sentimos y lo que hacemos va en la misma dirección.

Cuando se alinean estas tres fuerzas el resultado es una persona íntegra, de una sola pieza, que sabe cómo es el mundo en el que quiere estar. Ésa es la auténtica fuerza de Toni Botifoll.

Los retos que se marca en la vida tienen un objetivo claro, y los enfrenta con una mirada positiva que le permite llegar a las metas con satisfacción personal. No en vano dice que no puede pasar más de 24 horas sin salir de su zona de confort. “Lo cotidiano no es lo mío”, dice.

Para Toni el deporte es parte de su vida. Desde muy joven le atrajo por el estilo de vida que implica, la aventura y la amistad. Tanto que va a trabajar cada día en bicicleta. Es su forma de entrenar “siempre y nunca”. Por eso dice que para él estas pruebas no son extreme, porque está acostumbrado.

Toni Botifoll

Hace unos años su mujer le hizo un regalo: la Titán. Se lió la manta a la cabeza una vez más y de la mano de Juan Porcar se plantó en el desierto. Fue el mismo Juan el que me propuso su nombre para esta lista de titanes y Toni, cuando lo oye, se ruboriza: “es un honor que Juan me haya seleccionado”. Y es que los dos son parecidos. Tienen esa cosa de hombres sabios, que hablan poco pero lo que dicen es tremendamente sincero, y tienen una capacidad de motivación espectacular. Que se reconocen entre sí. Estupenda combinación.

Este año Toni vuelve a rodar por Marruecos con su misma positividad, su misma calma, y su energía de saber esperar pero no parar, “porque si paras, no llegas”. Volverá a arropar con su fragilidad, o sea, con su fortaleza, a sus compañeros, pedaleando desde la cabeza, que es la que puede.

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