Inma Peñaranda Colombia Mágica

Colombia mágica. ¿Cómo se siente la señora?

En mi último viaje he podido constatar que Colombia es mágica. Aterricé en Cartagena de Indias después de dos vuelos (tres, si contamos el que perdí por el camino), dos escalas, muchas horas de espera, un océano de por medio, un hemisferio y un cambio de estación. Y mucho cansancio. Y la primera pregunta que me hicieron fue: - "¿Cómo se encuentra la señora?" Por supuesto hice mi interpretación libre, “qué amables, como llego de un viaje tan largo…”. A pesar de que me sentía muy cansada no le di la mayor importancia. Pero a la mañana siguiente, una vez más, ese punto de sorpresa: - "Déjeme que le regale el mejor café de Colombia." Así empezó mi idilio con esa Colombia mágica, fruto de su amabilidad, expresada con palabras. Porque, no nos olvidemos,...

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Inma Peñaranda desierto

Querrás volver al desierto

En abril de 2000 me perdí en el desierto del Sáhara, y el regalo de esta experiencia fue descubrir que el equilibrio es dinámico; y que el punto medio está en la flexibilidad y la apertura. Sin saberlo, lo estuve buscando desde niña. La vida es sabia, te muestra lo que necesitas en cada momento, sólo hay que estar atento. Me mostró el equilibrio en su cara más hostil, los continuos cambios extremos del desierto, un frío helador por la mañana, un calor agotador cuando el sol más alto brilla. Unos cambios en cuyo equilibro el desierto me mantenía alerta. Descubrí con la diversidad de colores y texturas la sensación de que nada permanece… todo fluye en el desierto. Los colores tierra, rojos y naranjas encajándose en los negruzcos pedregales, yermos, heridos...

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Arte y amistad en la Provenza

Arte y amistad en otoño en la Provenza

Arte y amistad “El futuro del arte moderno está aquí”, escribió Van Gogh a sus colegas cuando se apeó de un tren en Arlés. La Provenza le cautivó y no llegó al final de ese viaje, Marsella. En la Provenza el otoño se desprende de los campos de lavanda y su color tiñe el morado de amarillo, de naranja. La campiña francesa tiene ese savoir faire que hace que cada cosa esencial de la naturaleza parezca puesta ante ti para su disfrute. Como si lo natural fuera descorchar una botella de vino y empezar con los amigos una conversación con sentido y arte. Y es que su luz hace vibrar los colores. Una luz que calificaron de amarillo azufre, de amarillo limón… Un maravilloso amarillo en otoño. La idea de Van Gogh de...

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